jueves, 28 de mayo de 2009

Naranjas; lunas y soles

Ayer la luna estuvo deslumbrante, vestida como estaba con un conjunto súmamente favorecedor aprovechando su temporal esbeltez, rodeada de un inusual velo de misterio que realzaba sus formas y que permitía distinguir la forma en que irradiaba aquella luz suya que tanto me ha cautivado desde tiempo hace. Debo mencionar que mis exactas palabras para describirla fueron: "una luna menguante salida de un cuento de antes de dormir "

Hoy la vi una vez más y, coqueta se cubrió de nuevo con aquel velo que tanta gracia le otorga, pero su destello era reconociblemente naranja.

Hace dos días descubrí un desconocido sol en el espejo retrovisor y me trasladé al espejo de vanidad de mi asiento en el auto; en cuanto me convencí que no era efecto de mi desvelo o sueño latente, le vi cara a ¿corona...? como sea, lo ví en unas fachas o un atuendo conocido sólo en momentos previos al crepúsculo, es decir, se puso el traje unas 12 horas antes de lo normal.


Por suerte pude sacarle un par de fotos con la cámara del móvil; ya que según parece, al señorito el color naranja brillante le ha apenado y no lo quiere volver a lucir sino hasta después de las 5pm. ¡Vaya por Dios!

Espero que esta confesión alentada por el excesivo calor de los últimos días, permanezca en secreto, no sería algo muy grato oír que se comente por alli a mis espaldas. Asumo que se comprende. Gracias por la discreción...

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